Hoy en día, solo unos pocos artistas han dominado la técnica para producir engastes de diamantes invisibles. El oro queda completamente escondido detrás de las piedras preciosas: sostenidas por una pista, forman un campo de luz sin ningún rastro de sujeción y, como resultado, emiten la máxima luminosidad. Vacheron Constantin decidió aplicar esta técnica a una replica de reloj con forma que, a pesar de su perfil curvo, tiene bordes, ángulos agudos y líneas tensas, todo lo cual hizo que el trabajo fuera mucho más desafiante. Y para lograrlo, toda una gama de artesanos, desde el diseñador hasta el engastador, desde el relojero al joyero, trabajaron en perfecta armonía, orquestando sus respectivas habilidades y motivados por la misma determinación de superarse a sí mismos.
El cortador trabajó en las piedras una a una, al micrón más cercano, de modo que el engastador pudo encajarlas perfectamente en el lugar preparado para ellas. La precisión requerida para una tarea tan exigente significó que se dedicaron más de 100 horas de trabajo de orfebrería a la creación de esta maravillosa composición de diamantes.
Con el oro completamente oculto por las gemas, el reloj de imitacion se convierte en una escultura en diamantes: asas, bisel, medio de la caja, esfera, hebilla y corona, con la emblemática cruz de Malta.
Esta replica de Vacheron Constantin está debidamente equipada con el Calibre 2795 mecánico de cuerda manual, compuesto por 169 piezas y dotado de una reserva de marcha de casi dos días.
Este nuevo movimiento en forma de tonel está completamente desarrollado y elaborado dentro de la Manufactura. El carruaje del tourbillon está inspirado en la cruz de Malta característica de la marca y muestra el nivel de acabado de cada parte del movimiento, incluida una serie de ángulos interiores naturalmente biselados a mano.
El redondeo de la barra del tourbillon, que siempre representa un importante desafío técnico, requiere más de 12 horas de trabajo manual para cumplir con los criterios de acabado exigidos por Vacheron Constantin. El redondeo consiste en limar cada extremo de los brazos para darles una forma cónica o semicilíndrica, respetando los límites del centro y los talones. Para finalizar esta operación, los artesanos lo frotan con piedras, pulidores, clavijas de madera y pastas de acabado para lograr un efecto perfectamente pulido.
El carácter del calibre 2795 se subraya por su decoración côtes de Genève, el meticuloso biselado manual de los bordes de la barra y el número de serie individual grabado.
El modelo de replica de alta joyería del tourbillon de Malte también cumple con los nuevos criterios del Sello de Ginebra.